Los vacíos que sentimos en nuestras vidas muchas veces se basan en nuestros más altos valores. El vacío al que me refiero es aquello que sentimos que, de alguna forma, nos falta en nuestra vida o en nosotros mismos. De forma inconsciente llenamos estos vacíos, y normalmente lo hacemos con mucha pasión, con muchas ganas. Para llenar este vacío nos sentimos automotivados.
Este tipo de relleno del vacío es lo que nos lleva a tener unos valores específicos,los cuales son distintos en cada uno de nosotros y no por eso mejores ni peores. Cuando hablo de valores no me refiero a valores morales, sino a lo que realmente uno valora, aquello que te saca de la cama sin pensarlo dos veces o te mantiene despierto hasta la hora que sea. Estos valores rigen y guían nuestras vidas.
Es importante tenerlos en cuenta, ya que ellos determinan nuestro camino y nuestro destino. Si los tenemos presentes y nos centramos en ellos a diario, por supuesto que seremos más felices. Si no tomamos decisiones, ni planificamos la vida según nuestros más altos valores, seguramente lo haremos en base a los valores de alguien externo a nosotros, lo cual significa que no estaremos viviendo la vida (nuestra vida) en su máxima plenitud y muy posiblemente nos sentiremos infelices. O nos encontraremos viviendo la vida según los valores menos prioritarios para nosotros, tascas que debemos hacer, pero que no nos apetecen para nada, lo cual nos llevará a sentir los vacíos de nuestra vida.
Por otro lado, si no tenemos en cuenta nuestros más altos valores y seguimos los valores que alguien nos ha inculcado, permitimos que las riendas de nuestra vida las lleve esta otra persona. Si no somos conscientes de nuestros valores o nos dejamos llevar por los valores de alguien que creemos superior y mejor que nosotros, podremos percibir la vida sin sentido, cosa que nos hará infelices.
Asegúrate que diriges tu vida. Asegúrate que sigues tus propios valores y planificas tu vida según éstos. Asegúrate que conoces tus más altos valores y vives una vida plena acorde a ellos.