Últimamente se habla mucho de las emociones. Parece como si de repente nos hayamos dado cuenta que entender nuestras emociones y las de los otros nos permitirá tener más éxito en la vida o ser más felices. Alomejor sí, pero me suena un poco estresante estar todo el día pensando a ver qué siento y qué siente el otro y porqué se ha tomado algo mal o porque estoy tan triste que no me puedo levantar de la cama…. Además, ¿dónde me lleva entender esto? Desde luego que no me lleva a la paz interior.
Las emociones son interpretaciones desequilibradas que expresamos o sentimos basándonos en nuestras percepciones.
A partir de lo que vemos y juntamente con nuestras experiencias anteriores al evento, creamos una percepción de lo que realmente ha pasado. Es decir, interpretamos lo que vemos y lanzamos un juicio. A partir de este juicio que hacemos, con sólo una parte de la realidad en nuestras mentes (la que hemos creado nosotros), pero creyendo ver toda la realidad de lo sucedido, expresamos sentimientos.
Estamos ‘entrenados’ a buscar placer y evitar dolor. Pensamos y vemos el mundo desde un punto de vista, desde un lado de las cosas, pero nos perdemos las dos caras, la visión completa de los sucesos. Entonces, juzgamos los sucesos, es decir, interpretamos lo que vivimos, y creamos una emoción. Así pues, esta emoción, como no está creada a partir de una visión o punto de vista completo de la situación, está completamente polarizada.
Cuanto más polarizadas sean nuestras emociones, o sea, más extremas, más lejos vivimos de la realidad y en el fondo padecemos más. Estas situaciones nos llevan al estrés, a los ataques de pánico, a la depresión. Y si no conseguimos suavizar estas polaridades podemos acabar con dolencias a nivel físico y enfermedades de cualquier tipo.
Además, cuando hacemos un juicio polarizado este se almacena en el subconsciente y sale a posterior en forma de reacción. Cuantos más juicios hayamos almacenado, más fuerte será la reacción. Imagínate que te enfadas por algún suceso. A la primera vez, no reaccionas, pero cuantas más veces percibes el suceso de la misma forma, y lo vas almacenando en tu subconsciente, cuando reacciones, va a ser de forma más explosiva, en comparación a la primera vez que reaccionaste.
Cuantos más juicios hagamos, más almacenamos en el subconsciente esta visión polarizada, más expresamos sentimientos también polarizados y más rápidamente envejecemos.
Para evitar que a causa de nuestros juicios y polaridades estemos mal y enfermemos, lo idóneo es utilizar alguna técnica o herramienta para poderlas equilibrar y saber ver las dos caras de la verdad desde un punto sano.
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Montsant Aleu