¿Qué es un retiro?

Este fin de año lo he pasado en un retiro para hacer un detox. Realmente ha sido una experiencia muy positiva que de corazón te recomiendo hacer alguna vez.

Cuando decidí pasar el fin de año haciendo un detox, en realidad no sabía lo que viviría, ni lo que aprendería. Y no me queda ninguna duda que ha superado mis expectativas. Por otra parte, nunca había seguido una alimentación vegana durante una semana (no es el tipo de alimentación que habitualmente sigo) y desconocía como me sentaría, qué energía tendría, cuanta hambre sentiría. Así que, aunque tenía muchas ganas, iba un poco a ciegas de lo que de verdad viviría.

Qué contenía el retiro

El retiro consistía en hacer un detox de alimentación a base de verduras y frutas. El menú era más o menos el mismo todos los días: un batido verde por la mañana, una ensalada con verduras para medio día y una crema de verduras para la cena. Todo estaba delicioso. Cuando se comen solo verduras y frutas y se respeta el ciclo de tres comidas al día, damos la opción al cuerpo de desintoxicarse, ya que la digestión de estos alimentos es muy rápida. En unos 20 o 30 minutos ya se ha digerido todo, con lo que el cuerpo y los órganos tienes espacio para hacer limpieza y deshacerse de las toxinas que vamos acumulando.

A parte de esta cura de comida, el detox se completaba con sesiones de yoga diarias, paseos por los alrededores de la casa y meditaciones por las noches. Hacer ejercicio siempre es muy aconsejable, pero cuando se hace un detox es básico, porque ayuda a la eliminación de las toxinas. Además, por las mañanas nos limpiábamos la lengua antes de comer, ni beber, y nos frotábamos el cuerpo con un cepillo antes de la ducha.

Y además, teníamos clases de cocina, showcookings, charlas de alimentación, incluso nos hablaron de nuestras cartas astrales, pasábamos pequeños ratos al sol después de comer y disfrutamos de momentos de compartir y relacionarnos entre todo el grupo que, por cierto, fuimos mujeres muy bien avenidas.

Mis aprendizajes en el retiro

En esta muy aconsejable experiencia, he aprendido mucho. Te dejo con lo más significativo:

• He aprendido que si uno se alimenta únicamente con alimentos de verdad, es decir, nada de procesados, ni excitantes, si no de alimentos que están repletos de vitaminas, minerales y nutrientes básicos, no se tienen antojos, ni ansiedad por comer.

• La idea era no pasar hambre. Y si teníamos, podíamos pedir una pieza de fruta. A los dos o tres primeros días, sentía que tenía que pedir una, pero a partir del cuarto día, por tener un poco de hambre no pasaba nada, ni me mareaba, ni me daba ningún bajón.

• He aprendido a que puedo reducir mucho mi maleta cuando viajo, es decir, viajar de forma minimalista. Cuando acabó la semana me di cuenta que no había utilizado varias prendas que me había llevado, así que decidí que para el siguiente viaje me organizaría de otra forma.

• Me he dado cuenta que es muy importante que dediquemos tiempo para nosotros. Yo creía que ya lo hacía con meditaciones, yoga, gimnasio, comer de forma saludable, pero todo esto lo hacía dentro de la vida diaria que, evidentemente, está muy bien, pero con esta semana completa dedicada a mi, mi cuerpo y mi bienestar, el cambio que he notado en mi a todos los niveles ha sido espectacular.

• Me ha encantado ver que se puede comer sano y muy rico. Nada del bróculi hervido con patatas! Ya había disfrutado de esta comida tan rica en algunos restaurantes, pero siempre me quedaba con la idea que se necesitaban muchos ingredientes y mucho rato en la cocina. Esta semana, me he llevado recetas muy sencillas y deliciosas que voy a llevar a mi día a día.

• A nivel de energía, me he sentido muy bien todos los días. No tuve bajones, ni sueño durante el día. Me sentía activa para hacer lo que fuera.

• El último punto que quería destacar es una base que yo ya comparto con mis clientes, pero es que es primordial tenerlo en cuenta: nuestro cuerpo es para toda la vida, es lo que nos permite estar en este planeta, ser lo que somos, y hacer lo que hacemos. Por lo tanto, hay que cuidarlo mucho. No te olvides.

 Hagas lo que hagas, ¡tente en cuenta y acuérdate de mimarte! Share on X