Meditación
La meditación se puede explicar como ‘no mente’ o ‘ausencia de pensamiento’. Es decir, es un estado de calma mental, de centramiento, de conexión con uno mismo. La idea general es centrarse en la respiración, en el cuerpo físico y dejar de lado todos los pensamientos que tenemos.
Nada fácil, ¿no te parece? Con el ruido que tenemos en nuestra mente, pararla es una técnica que requiere mucha práctica y paciencia, al principio.
Hoy en día esta práctica de la meditación y del minfulness está muy de moda, aunque en realidad sean prácticas milenarias, que nos ayudan a parar la velocidad en la que vivimos sin saborear nada del presente. Probablemente la meditación se atribuya a alguna religión, aunque en realidad no es así. Cualquier persona, tenga la creencia que tenga, puede utilizar esta técnica que ayuda a relajar la mente.
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Y justamente tenemos la tendencia a vivir pensando en el pasado o en el futuro y no nos damos cuenta que del pasado no podemos cambiar nada y que lo que hagamos en el presente es una inversión para nuestro futuro. Si nos centramos en las fantasías que el pasado era mejor, o que podría haber sido mejor, y que el futuro será una fantasía espectacular, sin realmente vivir el presente, planificar el camino, con objetivos, de acuerdo a nuestras prioridades de vida, creamos culpa o resentimiento, que acaban marcando nuestras vidas y no para vivirlas de forma plena.
Con la meditación, ayudamos a nuestra mente a equilibrar emociones polarizadas, a ver las dos caras de la moneda, a ver la realidad de forma completa, la cual cosa nos permite vivir una vida más tranquila, plena, sin culpa, ni resentimiento. De todas formas, también depende mucho de lo que se haga con la práctica de la meditación. Si se utiliza como medio de evasión de la realidad, para crear fantasías que nos alejan de nuestro centro y del equilibrio mental, nos quedamos muy a gusto, pero solo ayudamos a alimentar esta fantasía que nos polariza de la realidad y nos lleva hacia el camino de la depresión, cuando comparamos esta fantasía con nuestra realidad.
Beneficios de la meditación:
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reduce el estrés y la ansiedad en general
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aumenta la concentración
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mejora el aprendizaje, la memoria y la conciencia de uno mismo
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mejora el humor y el estado de bienestar en general
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reduce el riesgo de cardiopatía
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mejora la presión sanguínea
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disminuye la inflamación celular
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puede alargar la vida
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mejora el sistema immune
Pautas para meditar con consciencia:
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Buscar un lugar agradable y acogedor. No hace falta montar ningún tipo de altar, e incluso con la práctica el espacio puede ser cualquier espacio. Al principio, pero, tener un espacio y una rutina, ayuda.
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Ponerse en posición cómoda. Puede ser sentado en una silla, en el suelo, tumbado en la cama, etc. Si se escoge estar tumbado, hay que asegurarse de no quedarse dormido.
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Se dice que es mejor hacerlo por la mañana a primera hora, pero yo creo que es mejor buscar el momento que sea apropiado para cada uno. Hay gente que medita por la noche para relajarse antes de irse a dormir.
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Se puede poner una música tranquila de fondo, se puede seguir una meditación guiada (cuidado con que no sea para evadirse), o puede utilizarse una app para meditar.
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Es recomendable empezar con 10 minutos al día. Ya se irá incrementando el tiempo a medida que uno vea que se le hace corto.
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Incluir ejercicios de respiración, sobre todo algunas respiraciones profundas al inicio, y después focalizarse en como el aire entra y sale por la nariz.
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Es recomendable cerrar los ojos, ya que es más fácil el centramiento.
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Si vienen pensamientos que distraen, pueden hacerse dos cosas: dejarlos de lado y focalizarse de nuevo en la respiración o hacer el Método Demartini® para equilibrar las percepciones que crean estos ‘ruidos mentales’.