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Seguramente que eres de las personas que llega enero, o incluso diciembre, y planificas objetivos para el año que acaba de empezar o, que está a punto de empezar.
Cuando Elena llegó a mi consulta, me dijo que ella ya escribía sus objetivos a principios de año:
- Perder los 5 kg que había acumulado en los últimos años
- Ir al gimnasio todos los días
- Aprender a hablar inglés
Pero que nunca lograba llevarlos a cabo.
¡Exacto! Este es el problema: que nunca los llevaba a cabo.
Y la pregunta es: ¿Cómo se cambia esto? ¿Cómo puedes conseguir escribir tus objetivos y llevarlos a cabo?
Te lo explico en este artículo.
¿Qué es un objetivo?
Un objetivo es un propósito que uno se plantea cumplir. Dicho de otra forma, cuando se quiere conseguir o se quiere hacer algo.
Hay dos tipos de objetivos: objetivos a corto plazo y objetivos a largo plazo. Un objetivo a corto plazo es aquel objetivo que su finalización es en unos días o semanas. Por ejemplo: preparar una presentación para la semana próxima.
Un objetivo a largo plazo podría ser: perder 5 kg de peso. Este tipo de objetivos más a largo plazo se denominan meta objetivo.
¿Para qué quiero un objetivo?
Como decía Winston Churchill: ‘Quien falla en planificar, planifica fallar’. Es decir, si no uno no se planifica el camino que desea recorrer, va a llegar a cualquier sitio, que puede que no sea el esperado, o que no sea de agrado.
Cuando nos marcamos un objetivo, aunque sea a muy largo plazo, mientras tengamos claro hacia dónde queremos ir y cuál es el siguiente paso, seguiremos avanzando.
Por ejemplo, imagínate que tienes que hacer un viaje largo en coche y es de noche. Mientras tengas las luces ‘cortas’ del coche encendidas y puedas ver el camino que vas recorriendo, vas a ir avanzando y vas a poder llegar al destino deseado. Si, en cambio, no tienes el destino claro, aunque veas poco, ¡vas a llegar a cualquier sitio!
¿Cómo se planifica un buen objetivo?
Para planificar un objetivo, hay que tener en cuenta la base que se propone des del mundo del coaching que es teniendo en cuenta las siglas de la palabra SMART:
S (specific): el objetivo tiene que ser específico. Siguiendo el ejemplo de perder 5 kg, este es específico. En cambio, si dijéramos ‘perder peso’, este objetivo no es para nada específico.
M (mesureable): tenemos que poder medir el objetivo. En nuestro ejemplo, cuando lleguemos a los 5 kg sabremos que ya lo hemos conseguido. Si hemos perdido menos de 5 kg, el objetivo todavía no se ha cumplido.
A (achievable): que se pueda conseguir. Si planifico perder 5 kg en un año, se puede conseguir, es posible dentro de las posibilidades. En cambio, 5 kg en una semana ya no es tan posible de conseguir.
R (relevant): el objetivo debe de ser relevante para la persona que se lo propone. Si a uno le da igual si perder, o no, peso, este objetivo no sería relevante, por lo que, posiblemente le costaría de cumplir.
T (time-based): hay que marcar un tiempo. Con el ejemplo de los 5kg debería añadir para cuando quiero haberlos perdido. Ya que, según el tiempo, se planificará de una forma u otra. Será diferente querer perder 5kg en 3 meses o en 6 meses.
Tipos de tareas
Nuestros objetivos los pautamos con mini tareas para trazar una trayectoria y así acercarnos al cumplimiento del objetivo. El problema es que estas mini tareas hay que saberlas distinguir bien para saber el orden en qué llevarlas a cabo.
Stephen Covey habla de cuatro tipos de tareas. Para decidir qué es lo que hacemos primero, es importante reflexionar sobre los factores prioritario e importante. Cuando la tarea es prioritaria e importante, es la primera que deberíamos de realizar. Si la tarea es prioritaria, pero menos importante, es la siguiente a llevar a cabo. En tercer lugar, atiende la tarea que sea importante, pero menos prioritaria. Y, finalmente, ten en cuenta la tarea que no es importante, ni urgente.
Organizando las tareas por orden de urgencia e importancia, te asegurarás que no dejas de lado nada que sea prioritario por delante de otras tareas que pueden esperar. Aun así, hay que planificar para también dar tiempo a esas tareas que no son prioritarias, pero si necesarias para tu proceso. Si no las tenemos en cuenta, probablemente las iremos procrastinando y acabaremos sin hacerlas, con lo que no vamos a conseguir el objetivo planteado.
¿Porqué aun así no cumples tus objetivos?
Antes de responderte a esta pregunta, quiero hacerte otra: ¿Sabes realmente quién eres? Si te pregunto qué priorizas en tu vida, ¿vas a poder contestarme rápidamente?
A raíz de este desconocimiento nacen los errores de planificación de objetivos.
Seguramente te has sorprendido cuando te he preguntado si sabes realmente quien eres. Yo también me sorprendí cuando me lo preguntaron a mí. Pensé que yo ya me conocía. Llevaba ya unos años conmigo, ¡cómo no me iba a conocer!
Pues estaba equivocada. No sabía realmente quien era. Creía que lo sabía, que es distinto. Cuando lo descubrí entendí muchísimas cosas de mi misma. Entendí mi camino. Y me relajé. A partir de entonces sé cómo debo de que enfocar mis objetivos para que los cumpla.
Error número 1: proponerse objetivos que no son relevantes
El objetivo que te has puesto no tiene nada que ver contigo. Te lo planteas porque crees que quieres conseguirlo, pero en realidad no es así.
Y esto está relacionado con el hecho que no te conoces de verdad. Crees que sabes quién eres y qué quieres, pero no es así. Y cuando no se cumplen los objetivos, se posponen, o se dejan de lado, es por ello.
Sí pues, para planificarte objetivos y cumplirlos, primeramente, tienes que saber realmente quien eres.
Es decir, los objetivos que te propones, en realidad, no quieres conseguirlos y no tienes ninguna intención de hacerlo.
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Y ahora seguro te preguntarás: Entiendo lo que me cuentas y tiene sentido, pero ¿qué pasa si tengo un objetivo que no me apetece hacer, pero que, por mi bien, o por lo que sea, debo de hacer?
Para ello, primeramente, tienes que saber cuáles son tus Prioridades de Vida y con ello hacer la siguiente actividad.
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Propuesta de Actividad
Relaciona cómo conseguir X objetivo te beneficia en tu Prioridad de Vida #1. Escribe 50 beneficios.
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Error número 2: querer funcionar de 10!
El objetivo que nos planteamos, en realidad, es un meta objetivo, compuesto por mini objetivos que hay que planificar y pautar de forma progresiva.
Por ejemplo, si mi objetivo es adelgazar 5 kg en un período de tiempo, digamos 6 meses, esto conlleva varias cosas que deberemos hacer para poder perder este peso. Si estamos acostumbrados a funcionar de una forma, este cambio de hábitos no se hace de la noche a la mañana. Los cambios se harán paulatinamente, y el nivel de exigencia irá incrementando poco a poco.
El error es creer que de hoy a mañana vamos a dejar de comer y beber todo aquello que no nos conviene, haremos ejercicio 3 días por semana, sabremos gestionar los encuentros sociales, y sabremos qué hacer cuando tenemos hambre de pantera rosa a media tarde. Como, en realidad, no va a ser así, puede que nos frustremos porque no lo hacemos perfecto, y, posiblemente, dejemos de lado el objetivo.
Para solucionar este error, se trata de aprender a relativizar y a planificar los cambios poco a poco. No se trata de ser radical, porque podemos ir al otro lado de la radicalidad muy rápido. Nuestro cerebro necesita aceptar estos cambios poco a poco. Así que hay que ser paciente para darle tiempo.
Así pues, hay que planificar con mucho detalle aquello qué iremos haciendo para conseguir nuestro objetivo. Hay que proponer cambios realistas y reflexionar sobre cómo vamos avanzando.
Si en algún momento, nos desviamos del camino, se rectifica en cuanto se pueda y listos. No merece la pena sentirse culpable, ni cargar con nada. El pasado, pasado es y de él solo se puede aprender. Es mejor mirar adelante y ver la evolución.
Error número 3: creer que no se tiene tiempo
El tiempo es el que hay. La semana tiene 7 días. El día tiene 24 horas. Y cada hora tiene 60 minutos. No hay más. Y absolutamente todos tenemos el mismo tiempo.
¿Sabes que, en las empresas, el trabajo importante y urgente se lo dan a las personas que tienen más trabajo? ¿Sabes por qué? Pues porque las personas que tienen menos tiempo para hacer las tareas, son más eficientes haciéndolas y las hacen más rápidamente.
Con ello, no pretendo que te llenes las 24h del día con tareas para ser top con tus objetivos y excedas lo esperado. No hace falta. Además, no te lo recomiendo. Hay que planificar momentos de sofá y tele, o de paseo relajado por donde te apetezca.
Te quería transmitir que quejarse de no tener tiempo no es una solución. Busca la fórmula que más te sirva y haces pruebas para ver qué es lo que más encaja en tu realidad.
Tengo una amiga que tiene 3 hijos pequeños que se levanta todos los días a las 6 de la mañana para hacer deporte. Y te aseguro que muchos de los días, cuando le suena el despertador, se quedaría en la cama. Pero conecta con su objetivo, con los beneficios de llevar a cabo ese objetivo, y se levanta sin demora.
La clave es la organización. Cuando tenemos un objetivo con el que queremos cumplir, en nuestra agenda, o donde sea que escribamos nuestras tareas diarias, tenemos que escribir qué, cuándo y cómo haremos X para poder acercarnos a nuestro objetivo.
El problema es que no tenemos en cuenta las mini tareas que tenemos que hacer a diario y que nos llevaran al objetivo, y el día se nos llena de otras tareas que no son prioritarias para nosotros. Al cabo del día nos daremos cuenta que no hemos parado en todo el día, pero que no hemos hecho nada relacionado con el objetivo.
Así pues, pregúntate, ¿qué 3 tareas diarias quieres hacer para aproximarte a tu objetivo? Después específica a qué hora las vas a hacer y donde. Y añade cualquier nota relevante que creas conveniente añadir.
Si tú no te planificas, se te planificará por ti. Share on XEsto me recuerda a mi hijo, cuando llegamos el sábado por la tarde a casa, después de haber pasado el día fuera, y se enfada mucho porque no ha tenido tiempo de hacer lo que él quería hacer durante el día. Claro, hemos planificado el día por él, sin tenerle en cuenta.
Pues esto también nos pasa a los adultos cuando no planificamos, ni priorizamos.
Te invito a que pongas en práctica todas estas pautas. Escribe tus resultados en los comentarios de abajo.