En este momento estás viendo Por qué las dietas no funcionan

Por qué las dietas no funcionan

Me imagino que o has hecho alguna dieta en tu vida o conoces a alguien que sí la ha hecho. Y me imagino que sabrás que hacer dieta no siempre es fácil y además el hecho de perder unos quilos durante el tiempo que estás haciendo dieta, no significa que no los vuelvas a recuperar nunca más.

Es que…. ¡Las dietas no funcionan!

Primero de todo, vamos a entender qué significa hacer dieta.

La dieta

Según la RAE, dieta se define como ‘conjunto de sustancias que se ingieren como alimento’. Esta, pero, no es la definición que más comúnmente se asocia a esta palabra, ni tampoco es a la que nos referimos en este articulo.

Nos referimos a la definición que añade la wikipedia, la cual dice ‘Popularmente, y en el caso de los humanos, la dieta se asocia erróneamente a la práctica de restringir la ingesta de comida para obtener solo los nutrientes y la energía necesarios, y así conseguir o mantener cierto peso corporal.’

Cuando nos planteamos qué queremos o debemos hacer dieta (según la segunda definición), tenemos en cuenta el cuerpo físico, pero no tenemos en cuenta como funciona nuestra mente. Y este es el error. Si no entendemos algo más que ingerir x y quemar x, entramos en este bucle de dieta yo-yo.

 

Entonces, ¿Por qué no adelgazo?

Si reflexionamos sobre nuestro cerebro, nos daremos cuenta que el origen de este órgano tiene miles de años, y que las necesidades que tenían nuestros antepasados son muy distintas a las nuestras actuales. Aun así, mantenemos programas de funcionamiento para mantenernos a salvo de posibles riesgos, los cuales son el hambre, el frío y ser comido.

Los riesgos que tenemos en la actualidad no son los mismos, pero como el cerebro más antiguo no entiende de actualidad, sigue funcionando con estos miedo y reacciona para protegernos y así sobrevivir. Así pues, si el cerebro detecta que estamos pasando hambre (con la dieta), como no sabe del cierto cuando va a ser la próxima ingesta, el cerebro activa unos mecanismos para acumular grasa y protegernos. Si el peligro fuera poder ser comidos, el cerebro activaría unos mecanismos para que estuvieses delgado y así poder huir, o para hacernos todavía más gordos tipo elefante para que el enemigo tenga miedo y no ataque.

¡Si es que el cerebro sólo quiere lo mejor para nosotros!

Entonces, si pasamos hambre (hacemos dieta restrictiva)→se activa el cerebro para que guarde grasa (engordamos, o casi no adelgazamos).

Y, la parte más buena es que cuando dejamos de pasar hambre, y le damos al cuerpo lo que necesita, el cerebro activa el mecanismo para que tengamos más hambre, crear reservas de grasa y así estar más preparados para la siguiente hambruna (la siguiente dieta).

Pero eso no es todo, el famoso estrés que muchos padecemos y las tensiones diarias de miles de tareas que realizamos a cien por hora y sin darnos cuenta del tiempo ni de nada favorecen que nuestro cerebro emita las mismas señales químicas que si tuviéramos mucha hambre, mucho frío o percibiéramos una amenaza exterior. Es decir, para nuestro cerebro y en consecuencia nuestro cuerpo, como lo importante es protegernos de las amenazas que ponen en peligro nuestra vida, estos activan los mecanismos para que engordemos ‘para lo que pueda pasar’, así tenemos reservas en el cuerpo y estaremos ‘seguros’.

Los motivos por los cuales activamos actualmente estos mecanismos son todos a efectos de protección. Por ejemplo, alguien se ‘mantiene’ gordo porque en su familia todos lo son y es una forma de aceptación por parte de esta y del sentido de formar parte de su propio clan y que no le echen, otro ejemplo es cuando alguien nos ataca a nivel psicológico, engordamos para protegernos de posibles ataques (seremos más grandes que los otros y podremos con ellos, tipo elefante), o si hemos tenido una mala experiencia estando delgados (muchas veces a nivel sexual), el hecho de estar gordo nos protege también ya que dejamos de ser tan deseables (supuestamente).

El hipotálamo es nuestro termostato y regula nuestro peso. Si adelgazamos, pero nuestro cerebro considera que este no es nuestro peso adecuado, ganaremos peso hasta obtenerlo.

 ‘Estás gordo porque tu cuerpo quiere estar gordo’. Jon Gabriel

 Otro dato importante, según Sandra Aamodt los adolescentes que han hecho dieta tienen más posibilidades de sufrir trastornos alimenticios y/o posteriormente ganar mucho peso.

 Así pues, si quieres adelgazar y lo has probado todo, o si te das cuenta que tu vida actual que va a tanta velocidad te está pasando factura, más que hacer dieta (que ya hemos visto qué sucede), lo que te recomiendo es que contactes con una coach para que te pueda ayudar a seguir tu evolución del proceso de coaching, comprometerte con un plan de acción y animarte a seguir con los progresos que vayas haciendo.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.