De qué tienes miedo? ¿Qué es lo que no te permite hacer algo? ¿Qué pasaría si lo hicieras?
Todos sentimos miedos, y lo malo de ellos es que les damos tanto poder que dejamos que nos influencien y tomemos decisiones en torno a ellos.
Qué son los miedos
Un miedo es un bloqueo emocional, causado por una percepción incompleta y parcial de la realidad. ¿Qué significa esto? Esto significa que nos fijamos en sólo una parte de las experiencias o de las situaciones. Y justamente nos fijamos en el lado negativo.
Cuando tenemos miedo es porque estamos percibiendo solo el lado negativo de un suceso que creemos que nos puede ocurrir en el futuro. Los acontecimientos, las experiencias, no son ni negativas, ni positivas. Son. Y nosotros decidimos qué es con lo que nos quedamos. Pero los humanos somos de una manera que tendimos a ver el lado negativo y oscuro de las cosas.
Tampoco se trata de creer que no hay que sentir miedos. Miedos vamos a tener, pero es importante qué hacer con ellos. Se puede optar por vivirlos, sentirlos y que nos bloqueen y paralicen, y no nos permitan avanzar, ni ser. O, una opción que prefiero, se puede buscar una solución para que sean más llevaderos y se padezca durante menos tiempo.
De todas formas, ten en cuenta que sentir miedo significa que hemos salido de nuestra zona de confort y, por lo tanto, estamos creciendo. Un miedo es un indicativo de que nos estamos moviendo, percibimos cosas nuevas, evolucionamos como seres y personas.
7 miedos, según John Demartini
-
Miedo a desvincularse de la ética de una autoridad percibida, como la de una religión. Este miedo nos hace vivir subordinados a otros, ya que no queremos ser rechazados.
-
Miedo a no saber lo suficiente. Este miedo nos puede impedir hacer lo que realmente queremos, porque la percepción parcial que tenemos de nosotros nos hace creer que no somos lo suficiente buenos y no estamos lo suficiente preparados. Pero claro, si nunca lo probamos, no nos damos la oportunidad. Y todos somos capaces de hacer aquello que realmente soñamos en hacer, si nos lo proponemos!
-
Miedo al fracaso profesional. La carrera profesional está repleta de éxitos y fracasos. Es con el éxito y el fracaso que podemos crecer y evolucionar.
-
Miedo a la pobreza o a no ganar lo suficiente. Este miedo puede paralizarte en un trabajo que no te gusta, pero si haces lo que amas y amas lo que haces, enlazas la economía con tus prioridades y aprendes a gestionar bien tu dinero, no hay nada que temer!
-
Miedo a perder un ser querido. A veces creemos que por tomar decisiones que nos benefician a nosotros, podemos perder a alguna persona que está en nuestras vidas o desaprobaran lo que hagamos. Dentro de una pareja, lo más importante es el amor y el respeto, y desde esta perspectiva, se pueden entender los pasos que sigue uno u otro.
-
Miedo al rechazo social. El temido miedo a lo que opinen los otros. Parece ser que lo que los otros opinen es más importante que lo que opina uno mismo! Menuda barbaridad, ¿no? Pues es así. Y en ve de estar centrados en uno mismo, tomamos decisiones según lo que dirán o pensarán los otros.
-
Miedo a no ser capaz físicamente, a enfermar, a morir. Mucha gente enferma porque no vive su vida, no hace aquello que realmente quiere hacer. Este miedo va ligado también a no ser lo suficiente fuerte o tener la suficiente energía.
Qué se puede hacer con ellos
Lo primero que hay que tener en cuenta es que miedos vamos a sentir. No pasa nada. Pero es tu decisión qué hacer con ellos y cuanto tiempo vas a dejar que dure el miedo.
Estos son los pasos que puedes seguir:
1. Identificar el miedo y clasificarlo con uno de los siete miedos explicados arriba.
2. La parte negativa del miedo ya la percibimos, así que para buscar el equilibro, tenemos que buscarle los beneficios de sentir este miedo. Es decir, sintiendo este miedo, ¿qué aprendes? ¿Qué es lo que haces o no haces? ¿Qué beneficios tiene para ti este miedo? Con ello, nos daremos cuenta que el miedo nos trae las dos cosas, está completamente equilibrado. Por ejemplo, si sientes miedo a hablar en público, como te perjudica el miedo es que puede paralizarte y no hacerlo, y el miedo te beneficia porque posiblemente te prepares hasta el máximo detalle lo que vas a decir, con lo que posiblemente ofrecerás una charla de más cualidad.
3. Hazte la siguiente pregunta poderosa ¿Qué harías si no tuvieses miedo? ¿Qué te darías permiso a llevar a cabo? ¿A qué te atreverías?
No dejes que los miedos te paralicen. ¡Haz algo ya!
Recuerda, tú decides.
Montsant Aleu